¿por qué cortar la carretera?
En primer lugar, porque nos hemos acostumbrado a que sólo es lícito cortar una carretera cuando hay un accidente o, como el sábado pasado, un asesinato. Ahí sabemos que no queda nada que hacer y esperamos.
Ahora mismo ese km. 20 es una herida que sangra en un colectivo entero, que no es sólo quienes van sobre dos ruedas, son sus familias, amigos, compañeros de trabajo... Porque ninguna vida es sólo una vida, es mucho más y necesitamos enfrentarnos a ello y volver a empoderarnos recordándonos que tenemos derechos, entre ellos a la seguridad, la libertad y el respeto.
Porque el derecho de un drogadicto a meterse lo que quiera y jugar con su máquina de acero a los rallyes en una carretera de curvas no existe, porque es un delincuente y no debería tener cabida en nuestra sociedad. Sirva como ejemplo de que las cosas pueden cambiar el último cambio de la DGT que entró en vigor esta misma semana, al volante alcohol y drogas 0'0. SÍ, PODÍA CAMBIARSE Y SE HA CAMBIADO. Al VOLANTE NI GOTA DE ALOCHOL NI DROGAS DE NINGÚN TIPO. Hoy sí, con la ley en la mano.
Con la esperanza de ese cambio luchamos y ahora somo nosotros quiénes preguntamos: El sábado pasado en esta misma carretera nos esperamos, ¿pero éste, sin mantas brillantes sobre el asfalto, no? Esto no puede ser así. Nuestras necesidades individuales y nuestra cotidianidad, sin ser menospreciadas, no pueden pasar por las necesidades y dignidad de la vida de los demás. Porque todas las vidas son igual de importantes.
Es importante entender que estamos hablando de una carretera señalizada como para uso compartido entre ciclistas y otros vehículos y aun así hay un cierto grupo de personas que tienen que cambiar su mentalidad porque parece que sólo les molestan aquellas que no deciden vivir y tener los hábitos que ellas tienen. Es ahí dónde deberían entrar el respeto, la paciencia y la tolerancia. Porque además, estos valores, los tres, son de ida y vuelta.
No hay nada en el mundo lo bastante urgente, nada, que compense que mi prisa pueda poner en riesgo a ninguna persona, vaya en bici, en moto o en coche.
Y aquí también queremos aprovechar que se trata de la carretera con más siniestralidad porque entre otras cosas hay un inusitado número de camiones volcados. Camiones de alto tonelaje que probablemente trabajan en precario y necesitan cargar y descargar en el km. 25 cuantas más veces mejor para poder comer, pero que con ello arriesgan sus vidas y las de todos quienes compartimos carretera con ellos. Y esperamos que se trate de esa necesidad y no de la prepotencia de sentirse seguros en sus máquinas de hierro porque entonces estamos volviendo a hablar de todo el rato lo mismo: mis prisas, mis necesidades, mi vida al fin y al cabo, vale más que la tuya.
Es imprescindible replantearse un cambio de mentalidad y en este escenario se dan todas las tesituras que necesitan ser cambiadas. Ver al otro como a uno mismo. Reconocer una persona que tiene el mismo derecho a la vida y a la dignidad que yo misma. Poner en valor otras formas de movilidad. Potenciar el deporte saludable y sano. Y puede, puede unificarse todo ello porque sólo se trata de dejar de pensar en el yo más absoluto, desde las vísceras, para empezar a pensar con el cerebro y el corazón y pensar en que todos y todas somos parte de este mundo y que sólo entre todos y todas lo haremos mejor.
Por eso este sábado pararemos la carretera. (Además de que en este caso sabemos que existen alternativas para llegar a Terrassa y Castellar) Porque necesitamos que entre todos abramos los ojos y PENSEMOS. Que ha habido un asesinato hace menos de una semana y dos heridos gravísimos aun en los hospitales más y... ¿no vamos a replantearnos cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Tanta prisa tenemos? Si hubieran sido nuestros hijos, nietos, amigas, madres... en sus bicis o en sus patinetes, o en sus coches, da igual, en este o en otro punto... ¿también nos molestaría tanto el corte puntual para promover un espacio de reflexión colectiva que cambie las cosas?
No es una venganza, no es una rabieta, es un ¡hasta aquí! Esto es insostenible y necesitamos pensarnos porque hemos perdido la poca humanidad que nos quedaba si ni de ello somos capaces. RESPETO. CARRETERAS SEGURAS PARA TODOS Y TODAS